Desde 2009 viene revolucionando las formas de comunicarse y hoy en día cuenta con más de 700 millones de usuarios activos. Aunque las maneras de interacción con los demás ya venían alterándose desde un poco antes.
Según mi memoria (soy de la generación que vivió la adolescencia / juventud en plena explosión de estas formas comunicativas) todo empezó con la creación de MySpace y Messenger. Admito que la primera nunca la usé, ni siquiera sé en qué consiste (hablo en presente porque me parece que todavía existe). La segunda… ¡uy la segunda!
Mentiría si dijera que nunca la utilicé, de hecho, viví años de secundaria pegada a la pantalla por su culpa. Tenia bastantes contactos en Messenger, y muy pocos de ellos eran desconocidos. Mas que nada era gente de la secundaria, algún que otro chico que conocía en boliches, amigos de la vida,etc.. es decir, yo hablaba con la misma gente en la vida real que en la virtual. Cualquiera, pero bueno, era la moda del momento.
Hubo muchísima gente que conoció a otra gente a través de Messenger y que con ello ampliaron su círculo de amistades o su lista de conquistas. Era como Tinder ahora, pero en versión beta y a través de la PC. De hecho conocí a mi primer novio a través de un foro de la pagina Terra.com. Hermosa historia a distancia que luego se volvió real 🙂
Porque sí, en esa época no teníamos smartphone. Hablando de eso mi primer celu lo tuve recién a los 15 y era un alcatel malisimo,pero lo que estaba piola era que se le podía cambiar la carcasa! Venia en 4 colores!
Lo mejor de Messenger eran los nicks? “Antes de criticarme intenta superarme”, “Pepita y pepito 14/02/2005 siempre juntos” son algunos de los ejemplos que poníamos en la frase de debajo de nuestro nombre (y si venían con una fuerte carga de iconos, mucho mejor). Me acuerdo que cuando ponías algo muy triste que evidentemente era para alguien pero no lo querías admitir, si te preguntaban siempre estaba la excusa de «es una canción»
Junto a Messenger convivían otras plataformas como Fotolog, antecedentes directos del Instagram de ahora. El Fotolog fue bastante importante también, básicamente consistía en «pasar a firmar» el muro dejando algún mensajito en la foto que el otro había subido.
Recuerdo volver del colegio, comer, e ir rapido a la pc para ver cuántas notificaciones tenía de un día para otro, o incluso dejar pasar días para que se acumularan y así poder ver más… que estúpidas podemos llegar a ser…
Con los años dejó de usarse (ni mencionar que Messenger ya estaba totalmente olvidado) en parte por culpa de Facebook, la RED SOCIAL entre las redes sociales. Cuando te hacías “mayor” te pasabas a Facebook, la red social de un público más adulto. De hecho, mucha gente se la hacía en la época pero no la usaba y con los años, recuperó su cuenta de Facebook y comenzó una actividad más periódica. Hablo de la epoca en la que Facebook todavia no estaban los padres 😐
Con el tiempo llegó Twitter (hablo de hace más o menos cinco años) que fue raro al principio pero que ahora ya esta completamente instaurado.
A esto hay que añadir que también existen otro tipo de plataformas que no son redes sociales propiamente dichas pero que también sirven para comunicarse de forma instantánea como son WhatsApp, Line o Telegram, y también las aplicaciones con el claro fin de “conocer gente” destinadas a todo tipo de público como son Tinder, Happn, Badoo o Adoptaunchico.com.
Como ves, existen opciones para todo tipo de gustos y preferencias. A esto hay que añadir la facilidad de utilización, la capacidad de acercar personas estén donde estén, la instantaneidad, la rapidez y la accesibilidad que la tecnología nos aporta. Además es omnipresente, ya que gracias a la aparición de teléfonos inteligentes (así como otros dispositivos móviles) se pueden utilizar desde prácticamente cualquier lugar.
Con todas estas ventajas ¿quién no va a dejar seducirse por ella? Pero cuidado, porque no todo es bueno. Y ahí es dónde quiero ir a parar yo.
A simple vista, la tecnología nos facilita muchísimo la vida pero también nos la puede complicar. Nos hace más visibles (y por tanto existe menos intimidad), más fáciles de controlar y localizar y quizá menos reales. Por no hablar de las preocupaciones que nos genera como … «se conecto y me clavo el visto», » se conecto a las 6 am y me dijo que no iba a salir», «esta en linea y no esta hablando conmigo»… y así infinidad de paranoias o no… de todas maneras esto extistio siempre pero la diferencia es que la gente no se enteraba debido a que no existían herramientas para evidenciarlas.
No sabemos si los momentos de preocupación son justificados o no, lo que es cierto es que durante más de 2000 años la gente vivió sin WhatsApp, sobrevivieron, y seguro que discutían menos, sufrían menos, se veían más y vivían más felices (aunque sea por ignorancia).
¿Qué pasaría si dejáramos de usar WhatsApp / aplicaciones de mensajería instantánea? ¿Nuestros contactos nos llamarían por teléfono o vendrían a vernos, o por el contrario, nos olvidarían haciendo real la hipótesis de que si no uno no tiene vida tecnológica no tiene vida real? ¿La gente se volvería loca al no estar conectados? (a veces cuando alguna aplicación se cuelga momentáneamente entramos en pánico).
Lo que está claro es que si nos dejamos de supuestos y hablamos de la realidad, pocas personas llaman ya por teléfono, pocas personas dejan el celu cuando están en una mesa con más gente, y poca gente se olvida del celu en su casa; por el contrario, cada vez más gente convierte al móvil en una extensión de su mano y optan por dejarse envolver por la comodidad de quedarse detrás de las pantallas.
No sé ustedes, pero yo quiero una carta escrita de puño y letra. Yo quiero escuchar la voz de las personas. Yo quiero volver a ser real.